
Lactancia materna
Tal y como ocurre en el embarazo, durante la lactancia varían las necesidades nutricionales de la mujer, por este motivo durante este periodo se deben tener en cuenta algunas consideraciones relacionadas con la alimentación.
La leche materna es la mejor opción alimentaria para los recién nacidos, ya que la composición nutricional de esta leche es la óptima para cubrir las necesidades del bebé. Además, contiene inmunoglobulinas que ofrecen al bebé un sistema de protección frente a infecciones gastrointestinales y tiene una mejor digestibilidad. A pesar de que por motivos laborales puede ser complicado, se recomienda mantener la lactancia materna al menos durante los 6 primeros meses de vida.
El calostro es la secreción que se produce durante los días siguientes al nacimiento del bebé. Esta sustancia es muy rica en proteínas, sobretodo inmunoglobulinas, importantes para fortalecer el sistema inmunitario del neonato, aun inmaduro. Es posible que hasta los 7-14 días posteriores al nacimiento del bebé no se empiece a secretar leche materna.
Leches maternizadas
Las leches maternizadas son las que se emplean en caso de que la lactancia materna no sea posible. Estas fórmulas se elaboran a partir de leche de vaca, a la que se le realizan diferentes modificaciones, para que sea lo más similar posible a la leche humana. A pesar de todos los avances, de momento siguen habiendo diferencias importantes respecto a la leche materna.
De entrada los dos tipos de leche son muy diferentes, la leche de vaca contiene más proteínas y minerales y menos glúcidos que la humana. Antiguamente para “maternizar” una leche de vaca lo único que se hacía era diluirla con agua y añadir azúcar. Actualmente, se sabe que la leche materna tiene una composición bastante más difícil de igualar y, a pesar de usar procesos muy sofisticados, aun no se ha logrado hacer una leche con las mismas características a la materna. Las principales diferencias que hay entre la leche maternizada y la materna residen en la composición lipídica y proteica ya que determinados ácidos grasos, aminoácidos y otras sustancias aun desconocidas, que se encuentran en la leche materna, son muy difíciles de lograr.
Dieta en la lactancia
Al contrario de lo que se suele creer, durante la lactancia los requerimientos calóricos son más elevados que durante el embarazo. La producción de leche materna genera un gasto energético muy elevado (aproximadamente 700 kcal por litro de leche). Durante el embarazo se crean reservas de grasa para poder hacer frente a este gasto energético extra que supone la lactancia, por eso tampoco es necesario un gran aporte calórico extra.
Las calorías extra que se necesitan, aproximadamente unas 500 kcal más al día, se deben aportar en forma de proteínas. También aumentan los requerimientos de muchas vitaminas (B1, B6, B12, C, A…) y minerales (sobretodo calcio, fósforo, yodo o selenio). Las necesidades hídricas aumentan a 2,5-3 litros al día, aunque también suele aumentar la sensación de sed por lo que no es necesario obsesionarse mucho con esto.
En general para cubrir estas necesidades, bastará con llevar una dieta saludable y prestar atención al consumo de alimentos como los lácteos semidesnatados o enteros, carne, pescado, fruta y verdura, legumbres y frutos secos. Los pescados que se consumen enteros con espinas (tipo sardinas) van bien para aumentar el consumo de calcio (¡pero no pezqueñines!).
La alimentación de la madre no influye en la composición en macronutrientes de la leche, es decir, aunque comas mal, la leche seguirá teniendo una composición adecuada en proteínas, lípidos y carbohidratos. Aun así, la alimentación de la madre sí que es importante ya que puede influir en la composición de algunas vitaminas, minerales y ácidos grasos. En caso de desnutrición de la madre puede disminuir la producción de leche.
No es recomendable seguir una dieta hipocalórica durante la lactancia, además en muchas ocasiones, se vuelve al peso de antes del embarazo durante los primeros meses de lactancia, debido al aumento de requerimientos energéticos.
Si estás en periodo de lactancia y te interesa tener una dieta personalizada elaborada por parte de una dietista-nutricionista, puedes contactarnos por mail a info@dinut.es o al teléfono 640 070 310
Hola:
Estoy con la lactancia esclusiva, mi bebe tiene 4 meses y yo no he perdido nada de peso
Hola Ana,
Esto depende mucho de cada persona. Hay mujeres que tienen la suerte de recuperar el peso muy rápido y a otras les cuesta más. Habría que ver otros factores, como si hay algo en tu alimentación que se deba corregir o si has reducido la actividad física. Si tienes alguna duda concreta puedes escribirme a lidia@dinut.es y me lo miro cuando tenga un rato.
Un saludo!