
¡Hola a tod@s! ¿Qué tal estáis? Hoy me gustaría hablaros sobre un tema un poco serio: hace poco TV3 emitió un reportaje sobre la anorexia, una grave enfermedad que, por desgracia, cada vez, afecta a más personas a nivel mundial.
Soy consciente de que la mayoría de población conoce o ha oído a hablar en alguna ocasión sobre esta tremenda enfermedad, pero, quizás de lo que menos nos han hablado es de su tratamiento y de que la cura, aunque a veces nos parezca poco creíble, es posible.
Por esto, hoy estoy aquí para hablar un poco sobre ello, sobre cómo se debería tratar la anorexia y sobre la esperanza que todos debemos de poner para ayudar a aquellos que sufren con ella.
Este trastorno de la conducta alimentaria se manifiesta, en las personas que la padecen, principalmente a través de un gran miedo a ganar peso. Este temor las conduce a verse siempre pasadas de peso, con mucho volumen y desproporcionadas, a pesar de las grandes restricciones en la dieta que realizan, por lo que los patrones de alimentación inadecuados, restrictivos y peligrosos se instalan en su rutina como un modo de vida, un patrón de conducta que compromete de forma devastadora su salud tanto física como mental.
A menudo los tratamientos actualmente indicados en el proceso terapéutico no son los más adecuados ya que no se gestionan desde una visión multidisciplinar, eso es, no se atienden todas y cada una de las dimensiones en las que se manifiesta la anorexia (física, mental, social, emocional…). Tratar esta enfermedad desde todas sus vertientes y bajo en manejo de profesionales capacitados para ello resulta fundamental en este camino hacia el equilibrio y curación. Estoy hablando de terapeutas como enfermeros, médicos, nutricionistas, educadores sociales, fisioterapeutas y psicólogos entre muchos.
En lo que al abordaje psicológico se refiere, me gustaría detenerme hoy, porque como psicóloga creo que es fundamental que se sepa en qué contribuye y cuanto de importante resulta que una persona con anorexia siga también un tratamiento psicológico, en su proceso terapéutico. ¿Queréis saber en que ayuda? ¡Tomad nota!:
- Ayuda a romper patrones de cognitivos nocivos para la salud: pensamientos automáticos relacionados con el peso, interpretaciones incorrectas de la realidad, auto concepto e autoimagen corporal distorsionados…
- Detecta aquellas conductas no adecuadas asociadas a la alimentación y salud en general
- Contribuye a reducir el malestar emocional vinculado a la enfermedad: ansiedad, estados de distimia, apatía, tristeza, frustración…
- Fomenta la autoestima y el autocuidado emocional del paciente: aceptarse, quererse, cuidarse de nuevo por fuera y por dentro…
- Ayuda a restablecer habilidades sociales con la familia y el entorno: fortalecer lazos, fomentar el diálogo, aprender a pedir ayuda…
- Enseña estrategias de enfrentamiento a las situaciones difíciles /problemáticas: qué recursos usar, como gestionar situaciones comprometidas con la curación…
- Ayuda a prevenir recaídas
En resumen, la atención psicológica, resulta una pieza clave en el abordaje de la anorexia, al igual que en muchos otros trastornos de la conducta alimentaria y demás enfermedades con afectación multidimensional. Por ello, es nuestro deber, luchar por favorecer el trabajo de todos los profesionales que resultan necesarios en este proceso y sobre todo, ofrecer la ayuda y comprensión a las personas que padecen dichas enfermedades para que puedan ser atendidas y tratadas con la mayor eficacia y cariño posible.
Hasta hoy mi post de hoy chic@s, espero que os haya resultado interesante y de utilidad, ¿Qué os ha parecido?
¡Salud!
Psicóloga y dietista-nutricionista
Buen articulo,buen trabajo