
Son muchas las personas que a lo largo de su vida se someten a dieta, ya sea para perder peso, por alguna razón médica o simplemente para equilibrar su alimentación y así, llevar un estilo de vida más saludable y equilibrado.
Por desgracia, de todos ellos solamente un % muy pequeño logra afianzar los resultados y mantenerlos a largo plazo. Las razones de ello pueden ser varias, pero hoy me gustaría destacar 5 razones que podrían dificultar este cambio de hábitos. ¿Empezamos?
- La primera y principal de todas ellas suele venir determinada por la idea que se tiene del concepto “hacer dieta”. Muchas personas que empiezan una dieta lo ven como un periodo de tiempo caduco, esto es, con una duración finita en el tiempo. Después de este periodo de tiempo parece que todo vuelve a ser lícito en su dieta: el desorden de las comidas, los atracones, la improvisación… este es un error garrafal que hay que atacar desde el inicio, para evitar los lamentos de después. Resulta primordial tener claro que es imprescindible la modificación de todas aquellas conductas y actos que nos han llevado a la situación que queremos y necesitamos cambiar. Así pues, ¡no hay dieta que valga si no cambiamos hábitos!
- Pensar que estamos renunciando a una vida llena de alegrías. No se renuncia, sino que en este caso ELEGIMOS tener más salud, sentirnos mejor con nosotros mismos, estar más ágiles, más animados y alegres… en definitiva, que no se debe pensar que renunciamos, sino que ¡elegimos vivir mejor!
- No estar convencido con el objetivo. No hay nada menos motivante que no creer en aquello que queremos lograr, o que nuestro objetivo nos resulte lejano, imposible, inverosímil… vamos que pensemos que es algo que no va con nosotros. Por ello hay que estar seguro del cambio que vamos a llevar a cabo y plantearnos objetivos realistas y que podamos lograr a corto plazo. ¡Vístete despacio si tienes prisa!
- Realizar una dieta que no se adecúe a tus necesidades. Existen mil tipos de dietas y planes dietéticos, pero no todos son aptos para todo el mundo. Muchas veces nos ponemos a realizar un plan nutricional irreal, poco factible e inadecuado para nuestro caso o características personales y esto acaba, como no, en fracaso. Es importante acudir a un nutricionista para que nos asesore y si es preciso a otros profesionales de la salud como endocrino, psicólogo, entre otros si nuestro caso lo requiere.
- No creer en uno mismo. Aunque esté en 5 lugar no es menos importante, ya que si uno mismo no cree en sus capacidades poco vamos a lograr. Quiérete y confía un poco más en ti. Piensa en que puedes lograr tu objetivo y no te machaques ante las adversidades: si un día no logras seguir a la perfección las pautas, toma nota de lo que puede haber fallado y date ánimos para el próximo día. Recuerda que esto no es una carrera de fondo, es un camino hacia un estado mejor estado de salud.
Hasta aquí mi post de hoy, ¿os sentís identificados con alguna de estas razones? Si es así solo hay una solución: tomar nota para estar más preparados ante las adversidades. ¡Estoy segura que lograreis vuestros objetivos!
Psicóloga y dietista-nutricionista
Deja una respuesta