
¡Buenos días!
Hoy os traigo una comparativa de diferentes tipos de queso. En esta ocasión la cantidad que he usado para poder compararlos son 50 g. En la foto de arriba podéis ver diferentes quesos con la cantidad de grasa (en raciones individuales de mantequilla) que tienen por 50 g y aquí tenéis la tabla de la composición de diferentes quesos por 50 g también:
(Click sobre la imagen para ampliar)
Fuente: Tabla de Composición de los Alimentos CESNID (Universidad de Barcelona)
ND: No disponible
Tr: Trazas
Energía
Si nos fijamos en las calorías, en esta muestra de quesos vemos que los quesos menos calóricos (burgos o quesitos en porciones) tienen menos de la mitad de calorías que los quesos más calóricos (curado o semicurado). Esto es debido a que los quesos frescos, como el burgos, o los preparados lácteos, como los quesitos en porciones, contienen una cantidad de agua muy superior a los quesos más curados, por lo que el valor calórico total queda disminuido.
Con un contenido calórico medio tenemos el queso edam o la mozzarella fresca, aunque las calorías de la mozzarella dependerán del % de materia grasa que tenga (puede variar bastante según la marca).
Proteínas y grasas
Nuevamente los quesos frescos también tienen menos cantidad de proteína que los curados, también debido al contenido en agua, pero en este caso el queso con el contenido más alto en proteína es el parmesano.
En cuanto al contenido graso, el queso mezcla curado es el que tiene más cantidad (incluidas las grasas saturadas), por lo que su consumo debe ser esporádico. Cuanto más maduro sea un queso, su contenido en grasa, y en la mayoría de nutrientes, será superior, precisamente debido a que contiene mucha menos agua, por lo que los nutrientes quedan más concentrados.
Hidratos de carbono
El queso no contiene hidratos de carbono, por lo que en la mayoría de casos nos salen cantidades traza. En los únicos casos que aparece una pequeña cantidad, es en los quesos frescos y esta cantidad corresponde a la lactosa, aunque no es una cantidad significativa.
Sodio y calcio
Llama la atención la cantidad de sodio que contienen los quesitos en porciones, superando incluso a los quesos curados. Los quesitos en porciones, en realidad no son queso, son preparados lácteos. En muchos casos (demasiados), a los productos procesados les añaden cantidades industriales de sal (entre otras cosas), por lo que siempre es recomendable mirar la etiqueta para saber realmente lo que estamos comprando. De esta manera, en casos como el de los hipertensos, podemos ser nosotros mismos conscientes de lo que debemos evitar. Esto suele ser mucho más efectivo que basarnos sólo en el listado de alimentos a evitar que nos da el médico (si es que nos lo dan)
En cuanto al calcio, el queso es uno de los alimentos más ricos en calcio que existen, por lo que es un alimento muy recomendable para los grupos de personas con necesidades de calcio elevadas como las embarazadas, las madres que están con lactancia, las personas con osteoporosis o los niños. En estos casos, igualmente, sigue siendo recomendable consumir quesos con un contenido en grasa bajo o medio y dejar los más grasos para ocasiones especiales.
De los diferentes quesos, llama mucho la atención el gran contenido en calcio que aporta el queso parmesano (casi duplica la cantidad de otros quesos). Al ser un queso con un contenido graso y calórico medio, puede ser muy interesante que lo consuman las personas con necesidades más elevadas de calcio.
Conclusiones
Debido al elevado contenido calórico y, sobre todo a la cantidad de grasas de los quesos más curados, no es recomendable consumir este tipo de quesos de forma habitual. Como siempre digo, se pueden consumir, pero se debe vigilar la cantidad y la frecuencia. Deben de tener especial cuidado con estos quesos, las personas con sobrepeso, obesidad, hipertensión o hipercolesterolemia. En estos casos concretos, es más recomendable consumir los quesos más bajos en grasa y los quesos sin sal para los hipertensos.
Las versiones light de algunos quesos pueden ser útiles en algún caso, ya que algo de grasa se reduce, pero en mi opinión es más importante aprender a comer este tipo de alimentos en la frecuencia que toca, que hincharte a productos light.
Para que os hagáis una idea, la composición de los quesos gouda y emmental, es muy similar al edam. El camembert, el queso de cabra y el azul son muy similares al brie (aunque en estos últimos, igual que en la mozzarella, la cantidad de grasa depende mucho de la marca)
Hola Lidia,
especto a los productos fermentados me gustaría saber si el yogurt, kéfir o el queso suelen tener lactosa después de su fermentación o si incluso se añade durante la fabricación.
Este post es muy interesante y en general todo tu blog! Te he nominado para el premio Black Wolf Blogger Award que lo puedes recoger en nuestro espacio https://behealthyandbeautyblog.wordpress.com/
Un abrazo
Hola Yvonne!
Muchas gracias por tu comentario. Todos los lácteos contienen lactosa en mayor o menor medida. Cuanto más madurado esté, menos lactosa tiene (ya que lo que fermenta es la lactosa y cuanto más fermentado esté el producto, menos lactosa tendrá). Lo que más lactosa tiene es la leche, luego el yogur, el kéfir y los quesos frescos y luego los quesos madurados.
Un abrazo!