
El momento de la compra es muy importante, puesto que de lo que compremos dependerá nuestra dieta. Por eso hoy os quiero traer unas recomendaciones para hacer una compra inteligente y así poder seguir una dieta equilibrada:
- Planificar un menú semanal puede ser muy útil para evitar la monotonía y los alimentos menos recomendables. En este mismo blog puedes encontrar ejemplos de menús como este.
- Lleva siempre la lista de la compra con las cosas que necesitas. Así evitarás improvisar y acabar comprando alimentos innecesarios.
- Cuando vayas a hacer la compra, ves siempre con el estómago lleno. De esta manera evitaremos comprar con el estómago en vez de con la cabeza.
- Elige siempre productos de temporada. Tienen una mejor calidad organoléptica y nutricional y además suelen ser más económicos.
- Compara los precios por kg o litro aunque el producto esté en oferta.
- Compra primero los alimentos que no necesitan frío para su conservación, después lo que necesiten refrigeración y finalmente los congelados. Coloca los alimentos en el carro o en el coche según su naturaleza (los congelados con congelados en una bolsa isotérmica, las verduras y frutas juntas, etc)
- Calcula bien las cantidades de productos frescos que necesites para evitar el desperdicio de alimentos. Si tienes algún alimento a punto de estropearse puedes cocinarlo y congelarlo o hacer conservas.
- Intenta ir con tiempo a comprar para poder leer las etiquetas de los alimentos. Seguro que más de un alimento te sorprende si te fijas en la información de la etiqueta.
- Fíjate bien en las fechas de caducidad o consumo preferente y en la frescura de la carne y el pescado antes de comprarlo.
- Recuerda que los ingredientes básicos deben ser las verduras y hortalizas, frutas, cereales integrales, legumbres, tubérculos, frutos secos, carnes magras, pescados, huevos, lácteos y aceite de oliva virgen extra. Evita comprar snacks, bollería, helados, mantequilla, embutidos, productos precocinados, refrescos, bebidas alcohólicas, etc. Son alimentos que se pueden consumir pero de forma esporádica, por eso es mejor no tenerlos en casa directamente y si un día comes fuera te puedes dar el capricho.
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